Una de las definiciones más simple de armero que nos viene a la cabeza, es que armero es una persona que posee armas. Obviamente sí, es uno de los oficios más primitivos que ha evolucionado a lo largo de la historia por las necesidades de mejorar y sacar más rendimiento al armamento de guerra. Podemos deducir entonces, que el armero en general se dedica a la fabricación, reparación, limpieza y/o venta de armas. Esta persona puede hacer reparaciones de armamento como pueden ser aplicaciones de acabados metálicos u otros elementos decorativos, y a su vez también puede modificar o alterar el uso que se le da al arma.
Otra de las definiciones de armero que hoy en día cubren las empresas de seguridad, es el espacio donde quedan almacenadas las armas tras los servicios de vigilancia que realizan los vigilantes de seguridad y/o escoltas. Es importante decir que no debe iniciarse el uso de un armero si no tiene la correspondiente homologación. Por lo que las mismas empresas de seguridad que dan estos servicios son las responsables de pedir la solicitud para la homologación. Hay que tener un informe para la intervención de Armas y Explosivos de la Guardia Civil y el certificado expedido por ellos donde se comprueba que se cumplen las medidas mencionadas en el reglamento de armas.
Antes de meternos en materia, es importante saber que las armas están separadas por categorías y concretamente existe la siguiente categorización:
1ª categoría: Armas de fuego cortas, comprende las pistolas y revólveres.
2ª categoría: 2ª 1: Armas de fuego largas para vigilancia y guardería
2ª categoría: 2ª 2: Armas de fuego largas rayadas como armas para caza mayor, cañones estriados adaptables a escopetas de cada con recamara para cartuchos metálicos, siempre que estos no sean calificados como armas de guerra.
3ª categoría. 3ª 1: Armas de fuego largas rayadas para tiro deportivo, de calibre 5,6 milímetros (22 americano), de percusión anular, de un disparo, de repetición o semiautomáticas.
3ª categoría 3ª 2: Escopetas y demás armas de fuego largas de ánima lisa, o que tengan cañón con rayas para facilitar el plomeo, que los bancos de pruebas reconocidos hayan marcado con punzón de escopeta de caza, no incluidas entre las armas de guerra.
3ªcategoría 3ª 3: Armas accionadas por aire u otro gas comprimido, sean lisas o rayadas, siempre que la energía cinética del proyectil en boca exceda de 24,2 julios.
4ª categoría 4ª 1: Carabinas y pistolas, de tiro semiautomático y de repetición; y revólveres de doble acción, accionadas por aire u otro gas comprimido no asimiladas a escopetas.
4ª categoría 4 ª2: Carabinas y pistolas, de ánima lisa o rayada, y de un solo tiro, y revólveres de acción simple, accionadas por aire u otro gas comprimido no asimiladas a escopetas.
¿Cuál es la normativa sobre los armeros?
En noviembre de 2017 se publicó una nueva normativa sobre los espacios de almacenamiento de seguridad de armas, es decir armeros, donde se indica los nuevos requisitos, clasificación, métodos de ensayo para la resistencia de cajas fuertes, cajeros automáticos, puertas y cámaras acorazadas. Esta normativa sustituye la homologación legal que había hasta la fecha referente a armeros de seguridad, cajas fuertes para rifles de caza mayor.
En cuanto a los tipos de homologación según la norma UNE 2012, los armeros homologados de grado I están destinados a la guarda de arma larga rayada y cañones 2ª2 para uso particular. Y por otro lado los armeros homologados de grado III considerados de alta seguridad EN 1143-1:2012 se dedican a la guarda y custodia de arma corta licencia F para uso particular y para empresas de seguridad o locales con servicio de vigilancia armada. Esta nueva normativa afecta principalmente a los armeros de grado I y III.
En la antigua normativa sólo se necesitaba tener una homologación expedida por el fabricante y esto simplemente indicaba que el armero había sido fabricado conforme a la UNE-EN 1143-1 de 2007 o de 2010. Con la nueva normativa, a partir del 2018, sólo AENOR, APPLUS u otro organismo de este estilo pude certificar que el armero ha sido fabricado conforme a la nueva reglamentación.
Cómo conseguir la homologación de un armero
Ahora para conseguir la homologación de armero de grado I o grado III, el fabricante debe acudir a los organismos certificadores mencionados y pasar una serie de ensayos físicos y técnicos. EN caso de no superar estos ensayos el fabricante se ve obligado a realizar las correcciones pertinentes para que el armero se ajuste a la normativa y pueda considerarse homologado.
En resumen, para lograr la certificación correspondiente del armero grado I o grado III los fabricantes deben pasar una serie de ensayos con los organismos certificadores.
Con el fin de tener más clara esta nueva normativa se aconseja dirigirse a la Guardia Civil para recabar la correcta información sobre la nueva actualización.
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