Es frecuente encontrarse con casos en los que los dueños de dos o más viviendas solo han tenido en cuenta la protección de su domicilio habitual, dejando la segunda residencia desprotegida. Por esta razón, es más que razonable pensar que, por ejemplo, una casa de campo o un apartamento en una zona costera, serán objetivos más apetecibles para los posibles intrusos.
¿Por qué entra un intruso en una segunda residencia?
Para entender la razón de esta situación hay que tener en cuenta los distintos tipos de intrusión y el propósito que tienen:
- El robo: en una propiedad donde no hay nadie, el intruso tiene el tiempo y la tranquilidad de saber que no será sorprendido por el propietario. Aunque no se guarden objetos de valor, los bienes que se pueden llegar a sustraer son, por ejemplo:
1. Electrodomésticos.
2. Mobiliario y objetos de decoración.
3. Lavabos y sanitarios.
4. Cableado para su venta en desguace.
- La ocupación: se produce con mucha mayor frecuencia en las viviendas vacías donde el ocupante sabe que tendrá tiempo para entrar, establecerse y hacerse fuerte antes de que el propietario pueda denunciar y tratar de expulsarle. No tener luz y agua corriente no es un obstáculo para este tipo de intruso, ya que habitualmente sabe cómo hacer enganches ilegales a estos servicios y no tiene reparos en utilizar la vivienda a su total conveniencia.
El fácil acceso y su ubicación en zonas poco transitadas (bien por factores estacionales o bien por su situación en parajes aislados) hacen a estas propiedades un objetivo perfecto para que se cometan en ellas los dos tipos de intrusión indicados en las líneas anteriores.
Es frecuente, que haya personas que acudan a nosotros porque han sufrido un robo en su segunda residencia, comentándonos que no habían instalado un sistema de alarma porque no creían tener objetos de valor en su segunda residencia que justificaran el hecho de que fueran objeto de un robo.
Sin embargo, muchas de estas personas están asustadas porque ahora se sienten inseguras por los destrozos sufridos en su propiedad o por las noticias difundidas por los medios de comunicación informando del aumento de este tipo de delitos debido a los confinamientos y los cierres perimetrales como consecuencia del Covid-19.
¿Cómo han podido crecer tanto las «okupaciones» ilegales?
La manera más fácil de contestar a esta pregunta es teniendo en cuenta que durante este último año la gran mayoría de las segundas residencias han quedado totalmente desprotegidas. El poco tránsito de personas por este tipo de viviendas y el escaso uso que se hace en estas propiedades de los sistemas de seguridad, han llevado a que en el último año los casos de “ocupación” ilegal se hayan duplicado según los datos hechos públicos por el Sistema Estadístico de Criminalidad del Ministerio del Interior.
¿La clave?: Evitar mejor que sufrir
Instalar un sistema de seguridad es el aliado perfecto para evitar una ocupación ilegal, pues alerta de forma rápida de todo lo que sucede en esa propiedad que no es visitada con asiduidad.
La prevención de este tipo de actos delictivos es la mejor forma de luchar contra ellos, porque es de todos conocido lo realmente difícil que es desalojar a un “okupa” de una vivienda.
¿Qué sistema de alarma funciona mejor en una segunda residencia?
Antes de instalar cualquier tipo de sistema de seguridad, es conveniente realizar un estudio personalizado de la propiedad a proteger. Con este estudio se puede diseñar un sistema que sea realmente efectivo y que no peque por exceso o por defecto.
Además, el sistema de alarma debe estar homologado de acuerdo con la normativa vigente para la detección adecuada de posibles intrusos. Evidentemente, hay sistemas de alarmas muy económicos, pero ¿están homologados?
Otro aspecto clave para evitar incidentes indeseados son que se lleven a cabo las revisiones trimestrales para tener la certeza que el equipo de seguridad está en perfecto estado, algo vital a la hora de dar parte a las aseguradoras y a los cuerpos policiales. Contar con una empresa especializada en sistemas de seguridad te ayudará en la instalación de un sistema de seguridad en segunda residencia
¿Estás preparado para dormir tranquilo?
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