Aunque la presencia de vigilantes de seguridad en centros médicos y hospitales era algo habitual, la actual situación pandémica por la que estamos atravesando ha hecho de su presencia algo prácticamente imprescindible, aumentando la seguridad privada en hospitales.
Estos profesionales desempeñan un papel muy importante en el funcionamiento diario de los centros sanitarios, ya que en estos duros momentos ellos son los primeros responsables de controlar el cumplimiento de las medidas de seguridad sanitarias por parte de los usuarios de dichos centros sanitarios.
Vigilante de seguridad: Personal en primera línea de la pandemia
Es obvio, que el trabajo de médicos, enfermeros y el resto del personal sanitario es fundamental para superar la situación que nos ha tocado vivir y que tanto estamos padeciendo. Sin embargo, a estos profesionales les sería más difícil realizar su labor si no fuera por la labor callada y siempre en un segundo plano de los vigilantes de seguridad.
Estos otros trabajadores siempre en primera línea, han demostrado que siempre han estado (y están) a la altura de las circunstancia, facilitando en la medida de lo posible el trabajo a los sanitarios a la vez que prestan su ayuda a los ciudadanos en su paso, nunca grato, por los centros de salud.
El orden y la seguridad en los centros sanitarios es clave en estos momentos donde la dureza de la pandemia está haciendo que se vivan situaciones altamente conflictivas y de gran estrés que en muchas ocasiones pueden derivar en agresiones, físicas y verbales, al personal sanitario
La readaptación de los protocolos sanitarios y de seguridad a la crudeza de esta pandemia, ha hecho imprescindible que los vigilantes de seguridad apoyen al trabajo diario del personal sanitario, ya que son profesionales preparados para enfrentarse a situaciones altamente conflictivas.
Los vigilantes son con mucha frecuencia el primer rostro que ve un enfermo cuando acude a un centro de salud, por lo que la serenidad y profesionalidad del personal de seguridad, así como la empatía con los pacientes y los familiares de éstos, resultan de suma importancia para contribuir a que su paso por un centro de salud sea un poco más llevadero.
Testigos de situaciones terribles
Son muchos los testimonios de vigilantes de seguridad que han prestado servicio en centros sanitarios que refieren las situaciones terribles de las que han sido testigos desde el inicio de la pandemia, situaciones que, evidentemente, les han afectado anímicamente haciendo aún más difícil su trabajo y sobrellevar su día a día con entereza.
Sin embargo, y a pesar de todo lo vivido, estos grandes profesionales han continuado en su puesto, ayudando en la medida de sus posibilidades a que los centros sanitarios, el personal médico y los usuarios estén más seguros.
Es, sin duda, y más en estos terribles tiempos, una gran labor la que están llevando a cabo los vigilantes de seguridad. Justo es que todos lo reconozcamos.
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