Al instalar un sistema de alarma es muy importante tener en cuenta qué son las falsas alarmas y cómo se producen para que la elección del tipo de sistema sea la más adecuada.
Las falsas alarmas son incidencias que se dan en los sistemas de seguridad. Para que sean las mínimas posibles es necesario que se haya hecho un buen diseño del sistema y que éste haya sido realizado por una empresa experta con las debidas acreditaciones que pueda aconsejar sobre los tipos de detección que más se ajusten a cada caso concreto. Es, pues, aconsejable abstenerse de la intervención de amigos y cuñados aficionados en un asunto tan importante como lo es la seguridad.
Además, las falsas alarmas pueden producirse tanto por una mala elección del sistema de seguridad como por una mala manipulación por parte de los usuarios, por lo que ambos factores son igualmente importantes a la hora de determinar el éxito de un sistema.
En este post trataremos de aclarar todo lo relacionado con las falsas alarmas y qué se puede hacer para evitarlas.
Motivos principales para falsas alarmas
1. Mala elección del sistema
A la hora de contratar un sistema de alarma es muy importante tener claro que se va a poder dar un uso correcto al sistema de seguridad que se instala.
A modo de ejemplo podríamos decir que si tenemos un chalet y queremos evitar que un posible intruso acceda al interior a través de las ventanas, la opción lógica sería instalar sensores de apertura de ventana. Pero si en verano queremos dormir con las ventanas abiertas, habrá que estudiar otras opciones que garanticen que se pueda estar con esas ventanas abiertas y que al mismo tiempo no se resienta la seguridad de la vivienda.
Es, por lo tanto, muy importante contar con el asesoramiento de un experto en sistemas pues es él quien mejor puede aconsejar sobre cuál es la mejor de entre todas las opciones posibles, así como sobre las prestaciones y correcto uso de cada una de ellas.
2. Mobiliario y decoración
La decoración y el mobiliario, así como los cambios en los mismos pueden afectar al sistema de alarma una vez que se haya instalado y esté operativo. Por ejemplo, colocar una planta de altura media delante de un sensor o cambiar la orientación de los muebles del salón pueden tener un efecto de “auto sabotaje” sobre el sistema de seguridad. Ante la duda, de nuevo hay que consultar con un experto en seguridad y, de nuevo también, no hay que hacerlo con amigos y cuñados inexpertos.
3. Animales y objetos que se puedan mover
En días de viento, es frecuente que las cortinas se muevan si están las ventanas abiertas; lo mismo pasa con las plantas que tengamos como elemento decorativo, así como con la ropa tendida. Estas son las incidencias típicas que generan falsas alarmas. La solución no es otra que estar concienciados para saber que cuando el sistema está armado y operativo no se le deben “tender trampas”, por lo que se debe evitar, por ejemplo, dejar ventanas y puerta abiertas, así como elementos que sean susceptibles de moverse delante de un sensor.
Tener animales domésticos dentro de un piso, o en una parcela, también influye para la correcta elección del sistema de seguridad. Aunque los fabricantes vendan elementos “antimascotas”, esto no quiere decir que no se produzcan saltos de alarma si un animal se sitúa delante de un sensor. Lo que estos elementos hacen en realidad es reducir su campo de detección hasta situarlo a unos 40 centímetros por encima del suelo; pero, en cualquier caso, si un gato salta por encima de esa altura, se producirá la detección y el consiguiente salto de alarma. Para que el sistema pueda convivir con la presencia de animales es necesario establecer zonas a las que la mascota nunca pueda acceder y que dichas zonas de acceso restringido sean los puntos de detección primordiales.
4. Mal uso
Aquí se podrían citar algunas de las situaciones ya mencionadas:
- Cambiar el mobiliario o la decoración de tal manera que termine afectando a las zonas de detección de los sensores.
- Dejar a las mascotas libres en las zonas de detección.
- Dejar las puertas o ventanas abiertas de tal manera que se puedan propiciar saltos de alarma cuando haya viento.
Estos son, sin duda, los casos más habituales de falsas saltos de alarma.
Para que un sistema de seguridad sea eficaz es necesario, como ya se ha dicho en varias ocasiones, un buen diseño, pero también, y esto es muy importante, un buen uso, ya que de ambos dependerá su eficacia.
Dado que las empresas y las viviendas van cambiando a lo largo del tiempo, pues se reforman, se rediseñan y se redecoran, no se debe olvidar que el sistema de seguridad ha de convivir y adaptarse también a esos cambios, por lo que hay que considerarlo como un elemento más a tener en cuenta, no como un sistema aparte.
¿Cuáles son los consejos para evitar falsas alarmas?
1º en fase de instalación: es imprescindible informarse bien de cómo va a funcionar el sistema de seguridad y saber que se va a poder utilizar sin que interfiera en aspectos vitales del día a día de los que van a ser sus usuarios. Si se detecta que sus características no van a encajar con los hábitos de esos usuarios, lo mejor es pedir otras opciones al experto en seguridad.
2º en uso: es básico diseñar una rutina de uso del sistema y preocuparse por seguirla. Con detalles sencillos, adaptados a cada caso particular, esto no tendría que suponer esfuerzo. Estamos hablando de que, por ejemplo, es necesario que antes de armar el sistema de seguridad y salir de casa es conveniente revisar que no haya nada susceptible de caer donde haya sensores instalados (una fregona mal apoyada en la pared, una camisa mal colgada en el perchero…) ni puertas ni ventanas cerradas. No es complicado, ¿verdad?
3º cuidala: debe exigirse a la empresa de seguridad responsable del mantenimiento del sistema de seguridad que haga las revisiones que establece la normativa.
También es importante comprobar de vez en cuando con la App si el sistema está operativo.
Si se hacen reformas, hay que avisar a la empresa de seguridad para saber si dichas reformas van a afectar al sistema o no, bien porque alguno de los cambios interfiera en el campo de detección de un sensor o bien porque en el desarrollo de las obras exista el riesgo, por remoto que sea, de que se puedan cortar los cables del sistema de seguridad de modo accidental.
Tecnología al servicio de las alarmas
Es evidente que la tecnología es vital para el correcto funcionamiento de cualquier sistema de seguridad. Contar con profesionales especializados que sepan solucionar cualquier incidencia relacionada con el mantenimiento (un sensor bajo de batería, por ejemplo) o con una reparación (un detector que no funcione, por ejemplo) puede evitar muchos inconvenientes e incomodidades.
Un sistema de seguridad con un correcto mantenimiento y con un unos usuarios debidamente formados por un profesional, ayudará a que los equipos funcionen a la perfección.
Creemos que con estos sencillos consejos se podrán evitar los falsos saltos de alarma que tan incómodos resultan y que hacen que se baje la guardia cuando se dan con demasiada frecuencia pues se acaba por perder la confianza en las prestaciones del sistema de seguridad.
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